Pensar en comida de campamento e imaginarse un
grupo asando malvaviscos alrededor de una fogata es casi inevitable.
Pero estas esponjosas golosinas tienen más de un uso. Conoce lo
versátiles que son.
2. Mantén suave la azúcar morena: para evitar que se endurezca, un puñado de malvaviscos en la azucarera proveerá una delicada humedad que prolongará la frescura de la azúcar morena.
3. Úsalos como cubierta de cupcakes: minutos antes de que los dulces salgan del , coloca un malvavisco (o varios mini) en los topes, y tendrás una suave y deliciosa decoración sin ningún esfuerzo.
4. Sírvelos con fondue de chocolate: son ideales para sumergir en una fuente de chocolate o una ollita de fondue dulce.
5. Pícalos en trocitos y agrégalos al cereal con leche: muchos cereales vienen con mini malvaviscos incluídos, pero están secos y duros, mejor agrégale unos suavecitos tú mismo.
6. Ásalos: un clásico que amante de los malvaviscos debe probar. Si no estás de campamento, pínchalos con un palillo o tenedor y dora cerca del fuego de la hornilla (cuidado que se queman fácilmente).
7. Hazte un sándwich: cocina 10 segundos los malvaviscos en el microondas y luego sirve entre dos galletas suaves. A los más pequeños (y a lo más dulceros) les encantará.
8. Congélalos: después de algunas horas bajo cero, su textura cambia y es más pastosa, pruébalos y descubrirás una nueva faceta muy sabrosa de los malvaviscos.
9. Mézclalos con cotufas dulces: lo crujiente de las palomitas de maíz acarameladas y la suavidad de los malvaviscos crean un contraste muy agradable.
10. Cómetelos directo de la bolsa: así de simple, así de sabroso.
Fuente: Cocina y Vino
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