martes, 30 de octubre de 2012

¡Cuidado con los endulzantes artificiales!


Son muy utilizados en algunos alimentos con el fin de reemplazar al azúcar y así evitar que las personas engorden, pero pueden causar el efecto contrario al que se busca. Es decir, en lugar de ayudar a perder peso, los edulcorantes provocan, más bien, un aumento. ¿Por qué? La nutricionista argentina, Elba Albertinazzi, lo explica en detalle en un artículo publicado en el sitio clarin.com.
Según la experta, endulzantes y edulcorantes tienen sabor dulce, pero la diferencia entre ellos es que “los edulcorantes son sustancias sintéticas (sacarina, ciclamato, aspartame) o naturales, pero modificadas por la industria (sucralosa, jarabe de maíz de alta fructosa o JMAF). Así, poseen hasta mil veces la capacidad de dar sabor dulce, pero no pueden incorporarse al organismo para ser metabolizados y proporcionar la energía que necesita”.
“Los endulzantes, en cambio, son de origen natural y, si bien hay algunos que no contienen calorías, sólo sabor dulce, como la Stevia, no producen problemas en la salud”, agrega.
De acuerdo con sus palabras, “la aparición de los edulcorantes incorporados a los alimentos y bebidas de uso diario son acusados, y con mucha razón, de ser la mayor causa de la epidemia de enfermedades metabólicas de la población occidental”.
Esto, según Albertinazzi, fue comprobado en una investigación de la Universidad de Purdue (EE.UU.), efectuada en 2008, en la que se concluyó que los edulcorantes, al ser moléculas químicas, no pueden producir energía (a diferencia del azúcar o los endulzantes naturales) y, por lo tanto, se produce una alteración metabólica en el organismo.
“La tesis de este trabajo es que las personas que se alimentan con comidas o bebidas que contienen edulcorantes pueden estar en mayor riesgo de obesidad que aquellos que usan azúcar normalmente”, dice la experta.
“Para demostrar esto, los investigadores del estudio siguieron la evolución de ratones alimentados con yogures endulzados con sacarina u otros edulcorantes y encontraron que éstos fueron los que consumieron más comida y más calorías, e incrementaron más su tejido adiposo en comparación con los que comieron el mismo producto con azúcar”, explica.
Según aclara, ante un sabor dulce, el organismo “piensa” en recibir energía, ya que históricamente la ecuación era azúcar (sabor dulce) = glucosa = energía. Sin embargo, al no poder obtenerla, porque es una molécula no metabolizable, comienza a buscarla en otros alimentos. “Entonces, se come más, pero, generalmente, alimentos con edulcorantes, lo que transforma la alimentación en un círculo vicioso, que lleva al final a lo que queremos evitar, el aumento de peso y de grasas en el organismo, y la imposibilidad de cumplir con las dietas recomendadas”.
¿Qué hacer?
La nutricionista entrega los siguientes consejos:
-Eliminar los edulcorantes de la alimentación.
-Recurrir a fuentes naturales de glucosa asociada a las fibras, como el azúcar integral o mascabo (que se extrae de la caña de azúcar), o a azúcar orgánica para las infusiones o preparaciones culinarias.
-También se puede utilizar las frutas desecadas: damascos, duraznos, ciruelas, pasas, dejándolas simplemente en remojo en un poco de agua natural durante media a una hora, para luego usar el agua para tomar, y/o comer las frutas blandas masticándolas bien.
-Una buena opción para lograr el sabor dulce es la Stevia, que se extrae de la planta Stevia rebaudianna y es un endulzante natural, que no posee calorías.
-Por último, hacer una alimentación equilibrada, aumentar los vegetales, cereales integrales y legumbres, incorporando fibras naturales, que colaboran en la absorción de los azúcares y contribuyen a mejorar el metabolismo por su riqueza en vitaminas y minerales.

domingo, 28 de octubre de 2012

La vainilla y cómo hacer que el azúcar tenga este sabor

 La vainilla

Foto: Franzisca Badenschier/dpa
(CIUDAD DE MÉXICO dpa) – ¿Te gustan las golosinas y los dulces? Puedes preparar tu propia azúcar de vainilla. Es muy fácil. Necesitas cinco vainas de vainilla, medio kilo de azúcar y un gran frasco de vidrio con tapa.
Tienes que abrir las vainas a lo largo con un cuchillo. Pídele a tus padres que te ayuden, para que no te cortes.
Con una pequeña cuchara raspas luego de su interior las pequeñas semillas negras y las introduces junto con el azúcar en el frasco. Revuelve bien, tapa el frasco y déjalo descansar durante una semana. Así se desarrolla el aroma de la vainilla. Pasado ese tiempo, puedes abrir el frasco y saborear el azúcar avainillado.
Pero incluso si le quieres dar un sabor más fuerte, echa dentro del frasco también las vainas. No sólo le da más sabor, sino que le otorga un aspecto más interesante al frasco.

Conozca un poco más de la vainilla


Infografía DPA
No hay casi helado más popular que el de vainilla. El flan de vainilla es igual de delicioso. Y las tortas de vainilla, así como los yogures y postres de todo tipo con sabor a vainilla son de consumo diario. También los chocolates y algunos refrescos de cola contienen vainilla. ¿Pero qué es la vainilla?
Proviene de una planta aromática que es originaria de México y Guatemala. Su fruto tiene la forma de una chaucha, de unos 20 centímetros. Los españoles que conquistaron México le vieron una forma de pequeña vaina de espada, por lo que le dieron el nombre de vainilla.
La planta de la vainilla es una especie de orquídea, que sólo crece en países de un clima cálido y húmedo. Además de los países de origen se cultiva actualmente también en Madagascar e Indonesia. Las flores son entre blancas y amarillentas y el fruto, en forma de vaina, crece verde a lo largo de unos siete meses.
Pero con cortarla de la planta no basta para obtener el aroma de la vainilla. Así como está, no tiene ni olor ni sabor a nada. Hace falta bañar las vainas durante tres minutos a una temperatura de unos 65 grados. Luego se las deja secar, primero en mantas de lana y luego al aire. En ese proceso se tornan negras y desarrollan sus cualidades aromáticas.

Algunos de los términos más importantes sobre la vainilla


Foto: Franz Smets/ dpa

VAINA O CHAUCHA DE VAINILLA:
 Es el fruto de la orquídea de la vainilla, que crece de color verde. En realidad no es una vaina, sino una serie de cápsulas, en las que se acumulan pequeñas semillas negras. En algunos alimentos producidos con vainilla natural se las puede distinguir en forma de pequeños puntos negros.
VAINILLINA: Es el nombre de la sustancia que le da el particular aroma al perfume de la vainilla. Pero en realidad hay unas 400 sustancias que combinadas en unas 130 reacciones químicas dan como resultado el gusto de la vainilla.
VAINILLINA SINTÉTICA: La vainillina se puede producir en laboratorios a partir de una sustancia que se encuentra en la madera y que queda como resto en la fabricación de papel. Esta vainillina artificial es mucho más barata que la natural, por lo que se la aplica a muchos alimentos de consumo masivo.
Powered By Blogger