La palabra orégano (origanum vulgare) significa “alegría de la montaña”; esta aromática planta no solo era reconocida por su sabor, también se dice que era un símbolo de alegría y felicidad. En las antiguas Grecia y Roma, los novios lucían laureles de orégano en la cabeza como celebración de su boda. Se llevaba en las carteras y bolsos para atraer salud, suerte y sentimientos positivos. Se plantaban matas en las tumbas como signo de paz eterna, y alrededor de las casas para protegerlas de las fuerzas externas. En la Edad Media se creía que protegía del mal de ojo. Durante la época de la Inquisición, se tenía orégano en las camas de tortura para liberar a las brujas de los designios del Maligno. Por lo mismo, era muy común cultivarla en los monasterios.
Durante siglos ha sido utilizado también como medicamento por la medicina tradicional china y la medicina popular europea; así curaban varias enfermedades y dolencias, que hasta la fecha se pueden tratar de igual manera con éxito.
En la actualidad, esta especia es utilizada en varias cocinas entre ellas la italiana, mediterránea y mexicana. Pero poco se conoce sobre lo saludable que esta hierba puede ser y los beneficios que su consumo nos puede brindar.
Sus propiedades nutracéuticas (palabra derivada de nutrición y farmáceutico) siguen sorprendiendo hasta nuestros días; investigadores de posgrado del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey (México), recientemente comprobaron que esta planta posee fuertes propiedades anticancerosas. El alumno Enrique García explica: “Analicé la actividad antioxidante y anticancerosa de los componentes químicos y cómo estos pueden incrementar, tratando la planta de diferentes maneras. Lo que hicimos fue incrementar su potencial nutracéutico para prevenir enfermedades”.
Por otro lado, se ha demostrado que el orégano tiene más de 42 veces la actividad antioxidante de las manzanas, 30 veces más alto que las papas y 12 veces más que las naranjas. Se piensa que el orégano, gramo por gramo, es uno de los antioxidantes más fuertes de todos los alimentos.
Dentro de otras propiedades que se le atribuyen a esta planta, podemos enlistar:
*El aceite de orégano puede ayudar a moldear tu cuerpo reduciendo centímetros, lucha contra la celulitis y desinflama.
*Preparado en infusión, tiene propiedades adelgazantes, pues es un digestivo natural que ayuda a estimular la secreción de bilis, emulsionando las grasas y ayudando a eliminarlas del cuerpo. Por su poder antioxidante mejora y acelera la combustión de grasa.
*Estudios de la Universidad de Ogden, Utah, Estados Unidos, confirman que el aceite de orégano también puede luchar contra las bacterias que causan neumonía y otros trastornos respiratorios.
*Es muy útil para tratar todo tipo de hongos.
*También en infusión, es recomendado para tratar trastornos del sueño, ya que relaja el cuerpo; y tiene propiedades sedantes, por lo que en casos de ansiedad y nerviosismo es muy útil y efectivo.
*Ayuda a mantener bajo el colesterol.
*Favorece la circulación.
*Ayuda a tratar dolores musculares y de las articulaciones.
Alivia dolores menstruales.
Esta aromática planta posee una gran cantidad de hierro, manganeso, cobre y magnesio, entre otros minerales importantes. También contiene vitaminas, como K, E, C y B6 y es una importante fuente de Omega 3.
Se sugiere que las mujeres embarazadas o lactando, no consuman orégano, ya que al igual que otras plantas aromáticas fuertes como el comino y el jengibre, contienen principios activos que pueden resultar abortivos cuando se consumen en cantidades elevadas.
Ahora ya sabes, además de condimentar tus alimentos incluye en el día infusiones de orégano para aprovechar sus beneficios.
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